Ser general de la República en los primeros meses de la guerra civil no es, ni mucho menos, una situación envidiable. Los generales más prestigiosos de España se han sublevado contra esta República antimilitarista que ha respondido a la rebelión lanzando a las masas proletarias al asalto de los cuarteles.
Manuel Chaves Nogales, en 1938, se lanza a narrar en breves crónicas los primeros días de la guerra civil en Madrid de los que fue testigo directo. Estas breves crónicas publicadas en la revista mexicana "Sucesos para todos", han sido recopiladas y reeditadas por la editorial Renacimiento incluyendo el material gráfico de la edición original.
"Ministerio de la Guerra. El Gobierno ha resuelto para poder continuar cumpliendo su primordial cometido de defensor de la causa republicana, trasladarse fuera de Madrid y encarga a Vuecencia la defensa de la capital a toda costa". Así comienza la comunicación oficial dirigida por Largo Caballero, presidente del consejo y ministro de la guerra, al general Miaja en el momento de abandonar Madrid. Manuel Chaves desgrana a través de sus crónicas periodísticas las acciones y planes del general en su defensa de una ciudad asediada y abandonada. Reuniones, visitas al frente, planificación logística y los problemas con el gobierno son abordadas en crónicas llenas de intensidad, describiendo una ciudad desconcertada que improvisa su supervivencia.
Manuel Chaves Nogales, sevillano de nacimiento y madrileño de adopción, inicia su carrera periodística en Sevilla pero se consagra en Madrid como redactor jefe de El Heraldo y director del diario de Ahora. Compagina el periodismo con viajes por Europa que traslada a su faceta de escritor: La vuelta a Europa en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja, Lo que ha quedado del Imperio de los Zares... Al inicio de la guerra civil colaboró con la República firme partidario de la democracia, hasta que desencantado con la violencia desatada en ambos bandos se exilió inicialmente en París y posteriormente en Londres donde falleció.
"Muchos de los obreros y empleados que han formado los batallones de voluntarios han ido al frente mal vestidos, con sus ropas de trabajo y sus zapatos desgastados. El frío ha comenzado a apretar en estos primeros días de noviembre y casi todos los que han sido llevados precipitadamente al as trincheras carecen de mantas. Se abrigan con periódicos". Madrid pasa hambre, frio y miedo; en Madrid se improvisa una defensa que casi nadie considera posible. Esta es la ciudad que Manuel Chaves vive, defiende y años después rememora lleno de emoción y de justicia. Denuncia la ilegitimidad del alzamiento, la violencia en ambos bandos y la miseria de una población que resiste entre la escasez, la miseria y el miedo.
-- Tengo a mi madre en Madrid. Desde hace dos meses estoy de servicio en las baterías del cerro de Los Ángeles, disparando yo mismo los cañones que bombardean Madrid. Dejadme ir a convencerme de que la pobre vieja vive todavía. No puedo vivir pensando que uno de aquellos obuses que su hijo disparaba, la haya matado. Y se pone a llorar como un chiquillo.
"Ministerio de la Guerra. El Gobierno ha resuelto para poder continuar cumpliendo su primordial cometido de defensor de la causa republicana, trasladarse fuera de Madrid y encarga a Vuecencia la defensa de la capital a toda costa". Así comienza la comunicación oficial dirigida por Largo Caballero, presidente del consejo y ministro de la guerra, al general Miaja en el momento de abandonar Madrid. Manuel Chaves desgrana a través de sus crónicas periodísticas las acciones y planes del general en su defensa de una ciudad asediada y abandonada. Reuniones, visitas al frente, planificación logística y los problemas con el gobierno son abordadas en crónicas llenas de intensidad, describiendo una ciudad desconcertada que improvisa su supervivencia.
Manuel Chaves Nogales, sevillano de nacimiento y madrileño de adopción, inicia su carrera periodística en Sevilla pero se consagra en Madrid como redactor jefe de El Heraldo y director del diario de Ahora. Compagina el periodismo con viajes por Europa que traslada a su faceta de escritor: La vuelta a Europa en avión. Un pequeño burgués en la Rusia roja, Lo que ha quedado del Imperio de los Zares... Al inicio de la guerra civil colaboró con la República firme partidario de la democracia, hasta que desencantado con la violencia desatada en ambos bandos se exilió inicialmente en París y posteriormente en Londres donde falleció.
"Muchos de los obreros y empleados que han formado los batallones de voluntarios han ido al frente mal vestidos, con sus ropas de trabajo y sus zapatos desgastados. El frío ha comenzado a apretar en estos primeros días de noviembre y casi todos los que han sido llevados precipitadamente al as trincheras carecen de mantas. Se abrigan con periódicos". Madrid pasa hambre, frio y miedo; en Madrid se improvisa una defensa que casi nadie considera posible. Esta es la ciudad que Manuel Chaves vive, defiende y años después rememora lleno de emoción y de justicia. Denuncia la ilegitimidad del alzamiento, la violencia en ambos bandos y la miseria de una población que resiste entre la escasez, la miseria y el miedo.
-- Tengo a mi madre en Madrid. Desde hace dos meses estoy de servicio en las baterías del cerro de Los Ángeles, disparando yo mismo los cañones que bombardean Madrid. Dejadme ir a convencerme de que la pobre vieja vive todavía. No puedo vivir pensando que uno de aquellos obuses que su hijo disparaba, la haya matado. Y se pone a llorar como un chiquillo.
Los secretos de la defensa de Madrid
Manuel Chaves Nogales
Renacimiento. 2017
233 pág
Comentarios
Publicar un comentario
Comentarios