Estaba ayudando a un amiga a vaciar una casa cuyo sótano había quedado olvidado cuando encontré, detrás de un montón de madera, después de desplazar unos cuantos marcos rotos y unas sillas cojas, una caja en la que habían apilado tarros de conserva vacíos entre dos capas de papel de periódico. pensé que nadie se molesta en proteger recipientes vacíos y sin tapa. ¿Y si los habían colocado ahí para ocultar un fabuloso tesoro?. Tuve la extraña sensación de que ahí, al alcance de la mano, tenía una aventura extraordinaria, de que estaba ocurriendo algo importante; ya saben, como cuando a uno se le presenta una buena oportunidad o cree ser testigo de un milagro, y se le pone la piel de gallina.Detrás de la caja de tarros Jean-Yves Berthault, diplomático francés, encuentra una cartera de cuero con iniciales grabadas en plata que contenía numerosas cartas fechadas en 1929 y firmadas. Devorado por la curiosidad compra la correspondencia a su amiga y se embarca en un proyecto de lectura, ordenación e investigación en el que intenta reconstruir personas y cronologías para ofrecerlas al lector seleccionadas y enmascaradas bajo nombres ficticios de personas (Simone y Charles) y lugares por discreción.
Para dar veracidad a esta presentación ante el asalto de incrédulos que encuentran tal casualidad puro marketing literario se editan con reproducción de algunos originales. Descubrimos una caligrafía clara y equilibrada para un contenido erótico intenso.
Sábado a las once y media
Perdóname, querido, si esta carta es demasiado breve. Lo que me falta es tiempo nada más, pues sabes que, si pudiera hacerlo, ¡tendría muchas cosas que contarte!
Hoy no te mando más que tiernos recuerdos y un beso en tus labios queridos y tus bonitos ojos castaños, pero en espíritu estaré cerca de tí.
El morbo de este libro no reside en los textos eróticos que recogen las cartas, sino en el misterio que ocultan los amantes: ¿quiénes son? ¿dos hombres, una mujer y su joven amante?, buscamos pistas en sus descripciones anhelantes de descubrir como vivían, a qué se dedicaban... Al fin y cabo es una selección de cartas ordenadas a criterio del editor en el que el lector se verá atraído por el aspecto erótico, por los personajes o por la sociedad de los años 20 que se aleja del modelo puritano que la suponíamos.
Perdóname, querido, si esta carta es demasiado breve. Lo que me falta es tiempo nada más, pues sabes que, si pudiera hacerlo, ¡tendría muchas cosas que contarte!
Hoy no te mando más que tiernos recuerdos y un beso en tus labios queridos y tus bonitos ojos castaños, pero en espíritu estaré cerca de tí.
El morbo de este libro no reside en los textos eróticos que recogen las cartas, sino en el misterio que ocultan los amantes: ¿quiénes son? ¿dos hombres, una mujer y su joven amante?, buscamos pistas en sus descripciones anhelantes de descubrir como vivían, a qué se dedicaban... Al fin y cabo es una selección de cartas ordenadas a criterio del editor en el que el lector se verá atraído por el aspecto erótico, por los personajes o por la sociedad de los años 20 que se aleja del modelo puritano que la suponíamos.
La pasión de Mademoiselle S.
Edición y comentario de Jean-Yves Berthault
Seix Barral. 2016
244 pág.
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