La ciudad invisible. Emili Rosales

Yo no había vuelto a pensar en la Ciudad Invisible. O quizás, sólo en sueños.
Y entonces, hace unas semanas, recibí un sobre sin remitente cuya letra ondulada, una sucesión de curvas y lazos, llamó enseguida mi atención. Al hacer una primera y lenta incursión, pues no estoy acostumbrado a la caligrafía, me di cuenta de que se trataba de una suerte de memorias de un arquitecto del siglo XVIII, un tal Andrea Roselli. Están escritas en italiano y llevan un título que no puedo asegurar que sea de la misma mano que el resto del texto: Memorial de la Ciudad Invisible.

Emili Rossell ha nacido en el delta del Ebro, en La Rápita. El escritor en 1968, su alter ego no lo sabemos pero se ha criado a la sombra de la ciudad invisible hasta que es enviado a un internado que paga su desconocido padre. Allí tramará amistad con un alumno mayor, Armand con el que ya de mayor convertido en diputado descubrirá el juego político. En los veranos en San Carlos de la Ràpita se enamorará, se sentirá joven hasta que se embarque en un proyecto profesional como galerista de arte en Barcelona; y en uno de esos estíos en el puerto de los Alfaques recibirá un manuscrito del siglo XVIII con un relato apasionante. Así se inicia un viaje emocionante al pasado en paralelo a un presente lleno de mentiras y sorpresas a la búsqueda de un cuadro perdido de Tiepolo.

No hay nada que se parezca tanto a la llegada que la corte dispensó a Giambattista Tiepolo en junio de 1762 como la que ofreció a mi persona en el mes de marzo de 1767. Llegaba a Madrid después de haber llevado a término en los confines del continente la misión que me había encomendado Su Majestad en persona; un año antes había visto al Rey proclamar un sueño en voz alta, anunciar el proyecto de una nueva ciudad que contribuiría a transformar el reino; el monarca incluso le había puesto  nombre, San Carlos.

La ciudad invisible es una novela histórica ganadora del Premio Sant Jordi que rescata un episodio poco conocido de la historia del s. XVIII, cuando el rey Carlos III dentro de un programas de reformas para el reino busca desarrollar en el levante el comercio del interior a través de un puerto y revitalizar la zona de influencia en el Mediterráneo ante la presión inglesa. Con esta escusa el autor se pasea por Madrid, por San Carlos de la Rápita, por el San Petersburgo de Catalina la Grande y por el alma de las personas que poseídas por el amor y la ambición fraguan su destino.

Es una novela bien construida, aceptablemente bien documentada pese a leves errores y simplificaciones, que se desarrolla con ritmo alterno y cadencioso. Una lectura intensa llena de recovecos tanto en el pasado como en el presente que nos incita a saber más, pero que se nutre de elementos de aventura que hacen oscilar el fulcro hacia la ficción en exceso.




La ciudad invisible
Emili Rosales
Seix Barral. 2005
285 pág.

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