El asesino tímido. Clara Usón

Fui joven en una época en que el futuro parecía también joven y nuevo, no una mera prolongación de años tristes que se arrastraban y olían a polvo y encierro. Mis contemporáneos y yo estábamos convencidos de que nuestras vidas serían mejores, más prósperas, más libres que las de nuestros padres, de quienes renegábamos, de los que nos avergonzábamos, como si fuera su culpa haber crecido y vivido bajo la dictadura.

Sandra Mozarovski es una actriz que participa en una película por primera vez con diez años, su carrera será continua desde los catorce en un cine de destape y erótico terror en la etapa de la transición española. Entre caras de susto y camisones livianos desarrolla una carrera de carne bonita en un cine zafio y bobo. En paralelo, las revistas del corazón recogen entrevistas y fotos sensuales hasta que se convierte en drama con su extraño suicidio: regando las plantas del balcón de madrugada cae desde un segundo piso. Algunos periodistas e incluso algún autor extranjero se atreve a aventurar su relación con el ex-rey Juan Carlos, su embarazo, la ausencia de atestado policial y el secretismo en torno a su muerte.

El Colegio de la Muerte fue la primera película que protagonizó, con sólo dieciséis años. Transcurre en Londres, en la época victoriana (aunque fue rodada íntegramente en España, con exteriores de Madrid y Toledo, y se nota). Sandra interpreta a Leonor, una muchacha interna en un orfanato para huérfanas. Sandra es una huérfana bien alimentada, la película se abre (no podía ser de otro modo) con una escena en la que expone sus carnes mórbidas; ligada con cuerdas a las vigas del techo de una especie de mazmorra, Sandra se crispa de dolor mientras una sádica profesora del internado, miss Colton, la azota.

Este es el relato que recupera de hemerotecas, videotecas y de la memoria de coetáneos con los que se entrevista la autora. Sin embargo en paralelo trenza un segundo relato autobiográfico. A través de la vida de Sandra comparando, Clara Usón analiza y confiesa su infancia, adolescencia y juventud, bajo la sombra de filósofos y escritores que a través de sus lecturas la han llevado a la madurez. 
Es un libro de confesión en el que libera sus fantasmas de autodestrucción y arrepentimiento ante la incapacidad de comprender a su madre, lo que la llevó a desarrollar una relación negativa encauzada por las drogas, psiquiátricos e intentos de suicidios. Libro sincero y de catarsis que se muestra ante nosotros intimo.

"Yo también recelo de las abstracciones, y como antigua abogada, me repugnan las normas, no creo, por ejemplo, en la UNIDAD de la novela, pienso, como Cervantes, que la novela es escritura desatada y en ella cabe todo, incluso el desorden, si tiene un propósito, pero hace ya unas cuantas páginas que me reconcome la conciencia, ¿cómo puedo justificar los saltos inopinados de Sandra Mozarovski a mi madre, de mi madre a Wittgenstein, del rey a mi misma?, ¿sé adonde voy?, ¿voy a algún sitio? (y si voy a algún sitio, ¿por qué doy tantos rodeos?), e intento convencerme de que este juego que me estoy inventando tiene unas reglas y una lógica."

La escritura de Clara Usón es este libro es muy personal en tanto que recoge momentos autobiográficos y en cuanto que todo lo que analiza es tamizado por el prisma de su experiencia vital a la búsqueda de paralelismos, en ocasiones originalmente competitivos. La novela se desarrolla en una continua confesión sincronizada con el relato de precisión hemerográfica de Sandra Mozarovski salpicado con elementos filosóficos.




El asesino tímido
Clara Usón
Seix Barral. 2018.
231 pág.

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