El chico nuevo. Tracy Chevalier

Dee reparó en él antes que nadie. Se alegró, y atesoró esa sensación. Se sentía
especial por haberlo tenido unos pocos segundos para ella sola, antes de que el mundo que los rodeaba se detuviera un instante y no volviera a recuperarse en todo el día.
El patio estaba ajetreado antes de clase. Habían llegado ya niños suficientes para empezar juegos de tabas, pelota y rayuela, que tendrían que interrumpir cuando sonara el timbre. Dee no había llegado pronto, su madre la había enviado arriba a cambiarse la camiseta por otra más ancha, con la excusa de que se había manchado de huevo, aunque Dee no vio la mancha de yema por ninguna parte.

Tracy Chevalier vuelve a recrear exitosamente un microcosmos social con un análisis psicológico profundo trazado en una composición equilibrada y detallada.

Osei Kokote llega una vez más a una escuela a mitad de curso. Su padre es diplomático por lo que viaja frecuentemente: Italia, Inglaterra, Estados Unidos... Osei, O para los amigos, no es peculiar, pero la sociedad en la que va a vivir sí: Washington DC años setenta. A nadie le queda claro la mezcla de miedo e inseguridad, pero él es un negro en una sociedad que rechaza tal condición. Tal vez si fuese azul sería más fácil, mirarían posiblemente más, pero no arrastraría prejuicios de siglos de esclavitud, discriminación y segregación.
Dee es una niña sorprendida por la corriente de energía que siente cuando ve a Osei desde unos ojos infantiles. Pero, no son solo dos niños en el patio. El colegio es una réplica social de un mundo de adultos con unas reglas muy claras.

-- ¿Eres tonta o qué? No es él quien tiene que acostumbrarse. ¡Son los blancos quienes tendrán que acostumbrarse a él! ¿Y crees que lo harán? Se las harán pasar canutas ahí fuera, y apuesto lo que quieras a que en clase también. Los profesores son iguales que los niños. Peores, porque ellos deberían saber lo que hacen.
Mimí se quedó inmóvil con la bandeja, escuchando. Aunque las mujeres del comedor le habían servido la comida muchas veces, rara vez les había oído decir algo que no fuese "¿una cucharada o dos?"  al servirle el puré de patatas. Desde luego nunca habían dicho nada de uno de los alumnos; y menos algo así.

El chico nuevo es sorprendente. Un final deslumbrante en una historia polifónica entretejida con maestría. Una metáfora para reconocernos y encontrar un espejo de la sociedad.
Hay líneas, fronteras, barreras y muros que no se ven pero se sienten a cada instante. Están presentes en cada acto de nuestras vidas, de nuestras decisiones y pensamiento. Se cuelan en nuestro inconsciente pese al mayor filtro que creemos y anidan creciendo lentamente para desarrollarse en prejuicios y actitudes que replicamos automáticamente. No queremos pensar que también hemos sido y somos nuevos y diferentes, tal vez por eso sea mayor el rechazo.
Esa es la magia de este texto, una acusada sencillez para recrear una compleja sociedad.



El chico nuevo
Tracy Chevalier
Lumen. 2018.
233 pág.

Comentarios