Riquete el del Copete. Amélie Nothomb

Encinta por primera vez a los cuarenta y ocho años, Énide esperaba el parto como otros esperan en la ruleta rusa. Sin embargo, se alegraba de aquel embarazo que llevaba tanto tiempo deseando. Cuando quiso darse cuenta, ya estaba en el sexto mes.

Todos los años Amélie vuelve a nuestras vidas con un relato nuevo y sorprendente, en este caso decide continuar con la reinterpretación de cuentos infantiles cuya recopilación inició Charles Perrault en el siglo XVII. Nos había sorprendido gratamente en Barba Azul con una fábula moderna en la que explora nuestra enloquecida sociedad. Hoy vuelve con Riquete el del Copete, un relato de un niño feo e inteligente, una niña bella y tonta en el que los tópicos no se hacen realidad pero si la presencia de nuestros prejuicios

Siempre encuentro elementos autobiográficos, curiosidades y originalidades en sus obras que enriquecen un mundo creativo y original que nos hechiza. Releyendo sus textos encontramos un espejo que refleja las personas con un prisma que deforma la realidad para ofrecernos la verdad.

El sufrimiento y la injusticia siempre han existido. Con las mismas buenas intenciones que cimientan el infierno, la época moderna ha secretado atroces pomadas verbales que, en lugar de curar, extienden la superficie del mal y producen una especie de irritación permanente en la piel del desdichado. A su dolor se le añade una nube de mosquitos.

Ha nacido un niño muy feo pero muy inteligente amado por su madre, ha nacido una niña muy guapa con una mirada sorprendente amada por su madre. Todos ven la fealdad del niño Déodat y no pueden mirar su interior, todos ven la belleza de Trémière pero no pueden observar sus cualidades. Lo extraordinario va a desbordar en estos jóvenes hasta cristalizar en una fábula de amor y belleza.





Riquete el del Copete
Amélie Nothomb
Anagrama. 2018
120 pág

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