Fellini en Roma. Tyto Alba

No soy digno de morir como Jesús. Ya te entendimos. Menudo trabajo nos estás dando.

Renace Roma bajo la égida de un nuevo pensamiento que todavía impregna la ciudad. Años después, llega desde Rímini la fantasía y el barroquismo del dibujo convertido en celuloide, encarnada en la figura de Federico Fellini. Décadas después Tyto Alba, disponiendo de una beca para artistas en la Real Academia de España en Roma, retrata la vida de Fellini. Tras la lectura detallada de biografías del cineasta, se embarca en un proyecto que le lleva a componer a través de los recuerdos de un maduro Fellini un paseo por la ciudad salpicado de anécdotas que entrelazan cine, vida e  historia.

Aunque debería ser el protagonista Fellini, ya desde la portada es la ciudad quien impone su presencia y quien nos guía entre encuentros fantasmales con Anita Ekberg, Mastroianni, Pasolini, Keats...

Roma es una ciudad adecuada para mí, es la única ciudad en la que puedo vivir; me da un sentido de protección materna, con dimensión de placenta, dominada como está por la Santa Iglesia. Roma es la Gran Madre. Puedes pasar 364 días al año completamente ajeno a esta ciudad, viviendo sin verla, o peor, soportarla con fastidio. pero entonces de repente aparece una forma, un color nunca visto, a veces es una brisa suave que te hace ver y descubrir altas cornisas y terrazas contra un cielo azul que quita el aliento. Y entonces aparece esa sensación de paz que borra cualquier tensión.


He encontrado a Fellini y el neorrealismo italiano, ecos de Cinecittá, pero sobretodo la ciudad. En una segunda lectura he disfrutado de la vida del cineasta con anécdotas expresivas, sin embargo me han atrapado nuevos detalles de la ciudad en el dibujo. Roma esconde a Fellini, como hizo en vida, su cine no hubiese sido el mismo si no estuviese impregnado de la eternidad de la ciudad de la loba.


Fellini en Roma
Tyto Alba
Astiberri. 2017
74 pág.

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