Llamadme Alejandra. Espido Freire

Nos han despertado en mitad de la noche a gritos porque nos espera un  nuevo viaje. Nicolás se ha levantado, ha abierto la puerta y a través de ella, semicerrada (yo aún en camión, el Nene asustado y confuso), ha hablado con el comisario Yurovski.
-¿Qué ocurre?
-Nada, no se preocupen, no se alteren. Obedezcan con la mayor presteza posible y todo saldrá bien.
El Ejército Blanco, el nuestro, se aproxima. Temen que en los enfrentamientos entre los Rojos del pueblo y los blancos, los primeros tomen represalias contra nosotros. Nos llevan, por nuestra seguridad, a otro emplazamiento, y para ello nos esperan en el sótano de la casa dentro de un cuarto de hora.

Espido Freire recibió el Premio Azorín en 2017 por esta novela histórica ambientada en los últimos años de la Rusia zarista, recreada a través de una serie de cartas, informes y en especial un ficticio diario de la última zarina. Así se inicia la novela, una entrada en el diario registrando un nuevo traslado esta vez a un sótano. Para los lectores conocedores del destino de la saga Romanov ya hemos descubierto el final, el trágico final, sin embargo la novela no se centra en recrear estos momentos sino que el diario es una sucesiva confesión de recuerdos a través de los cuales podemos reconstruir la vida de la zarina y de su familia. Desde su nacimiento en Alemania, su conversión religiosa para contraer matrimonio y la relación con su nueva familia. Todo ello planteado a través de un diálogo fluido e intimo que se establece entre las últimas palabras de la zarina y el lector con una fluidez y familiaridad exquisita. Atenta a los detalles históricos con una gran documentación, la novela sufre en sus últimas páginas un proceso de cambio puesto que cesa la voz de la zarina para alzarse la voz fría de los informes oficiales de una nueva era política.

Dicen que mi favorito es Alexis, y yo no tengo fuerzas para negarlo. Amo a mi hijo como al milagro concedido por Dios que es y como la bendición definitiva de mi matrimonio, y lo amo aún más porque nació frágil y enfermo, y como a todos los ángeles, no sabemos el tiempo que le quedará con nosotros.

Es fascinante reconocer en las novelas la maestría de recrear la historia con detalle e  intriga especialmente cuando desde el principio conocemos el desenlace. En este caso el misterio del éxito reside en la construcción de un diálogo rítmico y sorprendente cuajado de verosimilitud histórica. 



Llamadme Alejandra
Espido Freire
Planeta. 2017
219 pág.

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