El hombre que no deberíamos ser. Octavio Salazar

Estoy seguro de que tú, lector o lectora, si has tenido la suerte de que tu padre se convierta en abuelo, habrás podido vivir una experiencia similar a la mía. Cuando nació mi hijo, pude comprobar cómo mi padre, que hasta entonces había respondido fielmente al modelo hegemónico del sujeto proveedor y detentador del poder y la autoridad familiar, empezó a dejarse llevar, como nunca antes, por las emociones. Dejó de esconderse tras las múltiples máscaras con las que durante toda su vida había forjado su identidad masculina y se mostró como un ser incluso frágil, igual de necesitado del cariño que él daba a un nieto con el que ya no tenía la responsabilidad de darle ejemplos. Fue entonces cuando comprendí en toda su dimensión la frase que hace años escuché en una película japonesa cuyo título ahora no recuerdo. En ella se decía que este mundo sería mucho mejor si los hombres, antes de ser padres, fuéramos abuelos.

Octavio Salazar, padre y doctor en Derecho, se implica en la lucha por la igualdad de género para reclamar esa revolución pendiente que las mujeres llevan tanto tiempo esperando. Protagonizada por los hombres debería revisar como estructuramos unas relaciones asimétricas entre hombres y mujeres, y reconocer la desigualdad para reeducar todo tipo de comportamientos.

Capítulo a capítulo glosa una serie de hombres y sus comportamientos: el hombre poderoso, el ausente, el violento, el dominante, el depredador, el precario, el esclavo y el invulnerable hasta llegar al hombre que propone, ese que está por llegar, a través de diez claves para la revolución masculina. Según lees el libro identificas cada uno de los comportamientos en familiares, amigos, compañeros, y como es más fácil ver los errores ajenos que los propios, tal vez en uno mismo. 

Polémica aparte sobre el artículo publicado en "El País" sobre el comportamiento de un portavoz político y posteriormente retirado por inapropiado, para después ser publicado por "El Diario"; el libro ejerce la labor de denuncia de la actitud no solo de este político y de otro, sino de todos los hombres e incluso de mujeres que por educación, deformación cultural o interés participan en macro  o micromachismos a diario. Esa es la revolución que propone, el estudio y reconocimiento de nuestro comportamiento, si también el femenino, para construir una sociedad de igualdad. Ese es el éxito, no detenerse en los efectos, sino avanzar acertadamente sobre las causas para reconocer una necesidad de educación y alejarnos de las constantes propuestas que nos ofrecen de desigualdad.
Concluye con un decálogo como propuesta de transformación y hoja de ruta propuesta para que los hombres participen en una sociedad igualitaria. Hoy, Octavio Salazar, es una voz solitaria en un páramo, quiero creer que en un futuro las personas habremos aprendido a sumar esfuerzos y vivir unidas.

Los hombres no deberíamos seguir legitimando y prorrogando el orden patriarcal y el machismo como ideología que lo sustenta; deberíamos convertirnos en hombres feministas.

He leído demasiados tweets dirigidos a la real academia de la Lengua sobre el lenguaje inclusivo, todos topan con un muro. Uno de sus ladrillos es digno de elogio por el uso del lenguaje, como no va a ser menos: la academia no se opone al lenguaje inclusivo siempre y cuando sus demandas "sean razonables, no lesionen el idioma y mantengan su belleza y sobre todo su economía." Sin embargo, son sus cimientos la mínima y tardía presencia de la mujer, desde 1713 año de su fundación, once académicas, la primera en 1979 y cero directoras. ¿Todavía se puede hablar de demandas razonables que no lesionen el idioma?, será para el idioma masculino porque el femenino no está representado ni en la academia ni en su diccionario. Esto es el siglo XXI de la España de María Moliner. Una academia en minúsculas por su carencia de altura de miras.

Por si acaso recuerdo la definición de feminismo que nos ofrece la academia: Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.

Efectivamente, todos los derechos masculinos reservados.





El hombre que no deberíamos ser: la revolución masculina que tantas mujeres llevan siglos esperando
Octavio Salazar
Planeta. 2018
94 pág.

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