La caída del Museo Británico. David Lodge

La desgracia de Adam Appleby era que, en cuanto despertaba del sueño, su conciencia se inundaba inmediatamente de todo aquello en lo que menos deseaba pensar. Tenía la impresión de que otros hombres se enfrentaban a cada nuevo amanecer con la mente y el corazón renovados, llenos de optimismo y decisión; o bien de que se arrastraban ganduleando durante la primera hora del día en un estado de bendito sopor, incapaces de pensar en nada, ni agradable ni desagradable.

Adam Appleby es un joven doctorando casado con tres hijos que rechaza los métodos anticonceptivos y con dudas sobre un tercer hijo en camino que desestabilice su precario presupuesto dependiente de una beca próxima a expirar. No ha comenzado a redactar la tesis, las jornadas en la biblioteca del British Museum no conducen a nada excepto a la desesperación y las situaciones caóticas y ridículas se suceden en esta sátira de la sociedad inglesa, el catolicismo y el mundo académico.

-¿Qué estaba haciendo en aquel momento en la sala de lectura, Fergo?
- Se me ocurrió aprovechar la confusión para examinar la estructura del edificio...
-¿La estructura?
-Sí, así es. Tuve una gran idea, una visión, si quiere llamarla así. Iba a comprar el Museo Británico y transportarlo a Colorado piedra a piedra, limpiarlo y volverlo a construir.
Adam se quedó pasmado.
-¿Con los libros dentro?
- Claro.

Tal y como fueron desmontados los mármoles de Elgin que nuestro protagonista todavía no ha encontrado tiempo de ver, y tal y como un rico millonario quiere llevarse a América el museo y sus libros; David Logde desmonta la sociedad y la literatura inglesa para reconstruirla a través de citas y estructuras sintácticas que conducen a un texto entretenido pero carente del humor y brillantez magnificado por la crítica.




La caída del Museo Británico.
David Lodge
Anagrama. 2000
187 pág.

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