El tren. Georges Simenon

Cuando me desperté, las cortinas de tela cruda filtraban en la habitación un luz amarillenta que me resultaba familiar. Nuestras ventanas, en el primer piso, carecían de postigos. En ninguna casa de la calle los hay. Escuché el tictac del despertador, en la mesilla de noche, y a mi lado la respiración acompasada de mi mujer, casi tan profunda como la de los pacientes que el cine nos muestra a veces en plena operación. Estaba encinta de siete meses y medio. Como ya le había ocurrido con Sophie, el tamaño del vientre la obligaba a dormir boca arriba.

Marcel Féron, repara aparatos de radio en Fumay y lleva una vida sencilla y rutinaria junto a su esposa y su hija. Cuando los alemanes invaden Francia en 1940 inicia una nueva etapa en su vida huyendo de la zona de combate con su familia. En el tren de refugiados en que son evacuados se rompe el orden diario de todos los ciudadanos y se establecen nuevas reglas en las que Marcel junto con Anna Kupfer se embarcan en una relación intensa sin pasado ni futuro. Cuando Marcel consigue averiguar el paradero de su mujer tras ser separados en el tren, marchará a su encuentro despidiéndose de Anna para siempre. Sin embargo el destino les depara un reencuentro en el que Marcel demostrará quien es realmente.

Se había producido una ruptura. Eso no significaba que el pasado no existiera y menos aún que no renegase de mi familia y dejase de quererla. Lo que ocurría era, simplemente, que por un periodo de tiempo indeterminado yo vivía en otro plano, donde había unos valores que nada tenían en común con los de mi antigua existencia. Podría decirse que yo vivía en dos planos a la vez, pero que, para lo más inmediato, el que contaba era el nuevo, representado por nuestro vagón con olor a establo, por unos rostros que días antes me habían resultado desconocidos.

Georges Simenon desarrolló una prolífica carrera de escritor que además del exitoso inspector Maigret incluye textos como El tren en los que se embarca en la descripción de una sociedad a través de personajes con perfiles psicológicos detallados por acciones lentas y profundas. La evacuación en trenes de la población civil durante la guerra es documentada por el autor con precisión, pero no es más que mera excusa para crear una burbuja en la que sus personajes salen de su contexto social rutinario para mostrar la naturaleza humana con sus virtudes, defectos, así como una profunda mediocridad.



El tren
Georges Simenon
Tusquets.1999
146 pág.

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