Maruja Mallo, pintora del pueblo, testigo de lo que hicieron en Galicia. Arturo del Villar

Desde su exilio en Buenos Aires quiso Maruja Mallo escribir lo que había visto al comenzar la sublevación de los militares monárquicos, y lo que oyó contar mientras se hallaba escondida en casa de un tío, para evitar ser detenida como consecuencia de su probada simpatía republicana.

Ahora que intentamos recuperar la memoria histórica de aquellos años infamantes, se hace preciso recordar el escrito acusador de Maruja Mallo.

Maruja Mallo, artista de la generación del 27, pintora y mujer libre comprometida nació en Vivero (Lugo) en 1902. Tras su formación artística inicia una carrera en pintura dentro del entorno cultural vanguardista que desarrollaba en Madrid participando en la Escuela de Vallecas y trabajando en publicaciones literarias con dibujos y diseños de portadas. Continua su entrega a la pintura durante su exilio en Argentina, escribe, da conferencias, expone y permanece comprometida con la cultura. En 1962 regresa a España como una desconocida continuando con su carrera artística pictórica y colaborando con la Revista de Occidente. En los años 80 se suceden los premios, exposiciones, reconocimientos... hasta su fallecimiento en Madrid en 1995.

  

Juntos [con Alberto Fernández Mezquita] asistieron a la manifestación del primero de mayo en Madrid, y Maruja se sintió conmovida al ver, entre las banderas tricolores y rojas, una hogaza de pan enarbolada por una muchacha campesina. 

Pintó con ese motivo un óleo, La sorpresa del trigo, el último cuadro que realizó entonces en España, el que prefería sobre todos los demás, y por eso se lo llevaba donde iba, y por eso mismo pudo salvarse de los desastres inmediatos.

Arturo del Villar impartió una conferencia en la Casa de Galicia de Madrid el 11 de noviembre de 2008, tomando como partida el texto leido ese día procede a su ampliación y publicación. En él se recoge un breve apunte biográfico de Ana María Gómez González Mallo, Maruja Mallo, mencionando sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Madrid, participación en distintas exposiciones, becada en París y su ejercicio como profesora de dbijo en Ávila y Madrid. Sin embargo el inicio de la guerra civil la lleva a refugiarse primero en su Galicia natal y después al exilio, a través de Portugal, a Argentina. Es allí donde escribe un texto en el que relata su experiencia en Galicia al inicio de la guerra denunciando la violencia y represión civil.

Arturo del Vilar recuperando este texto y contrastándolo con otros relatos de testigos de la época compone un cuadro de denuncia en torno a la perdida social y cultural que había iniciado a desarrollarse con la llegada de la Segunda República, así como el estado de violencia y terror que se implantó con la guerra civil.

Y que queréis: PAN y CULTURA

Maruja Mallo, pintora del pueblo, testigo de lo que hicieron en Galicia
Arturo del Villar
Colectivo Republicano Tercer Milenio. 2009
61 pág.
ISBN 978-84-613-0556-8