Curie y la radiactividad. Paul Strathern

"Marie Curie fue la mujer más excepcional del siglo XX. Sus descubrimientos merecieron dos premios Nobel de la ciencia, proeza que tardó más de medio siglo en ser igualada. Sus trabajos consiguientes en beneficio de la causa de la investigación del radio condujeron a importantes avances en la física nuclear y en el uso de la radioterapia para el tratamiento del cáncer."

2019 ha sido declarado el año de la tabla periódica en justo homenaje a la visión de su creador: Dimitri Mendeleiev.

Mi homenaje a la química, mi mayor pesadilla de primaria, plantea acercarme a los elementos químicos y sus descubridores. En concreto a Marie Curie, no solo por su aportación relativa al polonio y al radio, sino por los numerosos proyectos que desarrolló siempre ofrecidos a la humanidad sin distinción.

Fue pionera en sus estudios por brillantez y por su condición de mujer que la excluía de formación universitaria, algo a lo que se enfrentó con titulación, doctorado e incluso llegando a ser profesora en la Sorbona. No solo no patentó sus descubrimientos sino que los difundió con detalle, formó en igualdad y ciencia a sus hijas, colaboró con su país de adopción estableciendo una red de ambulancias en el frente durante la primera guerra mundial dotadas de rayos X para el mejor tratamiento de los heridos, apoyo el desarrollo de su país natal (Polonia) con instituciones de investigación y ganó dos premios Nobel.

Así que, no podía dejar pasar la oportunidad de leer una breve biografía propuesta dentro de la serie de La ciencia y sus científicos del profesor Paul Strathern.
Tal vez, si debía haberlo hecho.

"Ciertamente, si las relaciones extramatrimoniales fueran motivo suficiente como para revocar los premios Nobel, habría grandes huecos en la lista de ganadores, entre los que se encuentran célebres mujeriegos como Einstein y Schrödinger o James Watson (famoso por el ADN), conocido por su juvenil inclinación por las au pairs escandinavas."

Paul Strathern se formó en Física y Química y Matemáticas en el Trinity College de Dublin. Entre sus actividades figura el estudio de la filosofía, la enseñanza universitaria y la redacción de novelas, biografías, libros de viajes y las series sobre filósofos y científicos en 90 minutos de textos breves.

En esta ocasión, Paul Strathern aborda la vida y obra de Marie Curie sin mucho acierto. En el plano divulgativo expone coherentemente tanto sus descubrimientos como el contexto científico que le llevó a su desarrollo aunque con alguna simplificación que conduce a pequeño error. Al abordar el plano personal se pierde en vericuetos y anécdotas, supuestamente reinvindicativas, que no solo son innecesarias sino que desvían la atención y restan espacio al gran proyecto científico y filántropico que realizó Marie Curie.
La denuncia del amarillismo de los tabloides y la polémica de las infidelidades se entremezclan con opiniones y ejemplos ajenos al relato. La amistad de Marie Curie e Einstein desaparece y tan solo le menciona como mujeriego, esto si que es practica de relatividad y simplificación. Y para culminar concluye con una opinión desafortunada, ajeno a que es una hija y científica la que escribe sobre su madre, ignorando el contexto histórico y desconociendo la condición femenina:

"El libro de Eve Curie cuenta muchos detalles personales reveladores y encantadores que de otro modo habrían sido olvidados, y por ello hay que estar agradecidos, pero esta hagiografía tiene ciertos defectos muy señalados. Marie Curie no era una santa. Pasa de puntillas por la aventura con Paul Langevin, sin hacer mención alguna de lo que Marie Curie sufrió a causa del consiguiente escándalo público. Ello constituyo un insulto a la condición femenina de la mujer más excepcional del siglo XX."





Curie y la radioactividad
Paul Strathern
Siglo XXI .2015
104 pág.
ISBN 978-84-323-1719-4

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