Niño prodigio. Michael Kupperman

"Junio de 2015.
Estoy solo en una casa en el bosque. Es la casa donde me crié. Mi mujer y mi hijo han vuelto a la ciudad y me han dejado aquí, tengo trabajo pendiente. A pocos kilómetros se encuentra la Universidad de Connecticut, donde mi padre dió clases durante cincuenta años. Después de tantos años viviendo en Nueva York, me gusta la tranquilidad. De niño tenía la sensación de que estábamos atrapados aquí. De que nos escondíamos."

Joel Kupperman, profesor en la universidad de Connecticut, tras consagrar su carrera a la reflexión en torno a la ética se debe enfrentar a una demencia senil que provoca bloqueos y olvidos. Su hijo, Michael Kupperman, consagrado por la crítica y con numerosos premios en su carrera creativa gráfica decide reflexionar sobre la relación con su padre a través de la narración gráfica. Recordando su infancia y el desapego de su padre hacia él, recupera el pasado de su padre como niño prodigio.

Joel Kupperman con seis años comenzó a participar en el concurso radiofónico Quiz Kids, que evolucionaría a formato televisivo, en el que respondía a una serie de preguntas y problemas matemáticos planteados por la audiencia. Convertidos en personajes mediáticos los niños se vieron abocados a participar en actividades publicitarias como la recaudación de bonos de guerra, provocando una disrupción total en su infancia y entorno familiar.

La sobreexposición mediática, la infancia truncada y la relación tensa con su madre por la participación del concurso son analizadas por Michel Kupperman como la clave de la distante relación establecida con su padre. Encuentra un trauma que la demencia diluye lentamente causa de la incapacidad paternal que libera a través de la narración gráfica.


 "Antes de este proyecto, veía a mi padre como un intelectual despistado. Ahora en cambio lo veo como un superviviente traumatizado que se oculta tras un personaje creado para desviar la hostilidad."

A través de un dibujo blanco y negro plano de trazo preciso inspirado en fotografías y fotogramas televisivos antiguos tomados del pasado familiar, Michael Kupperman compone una narración de múltiples niveles en torno al más importante: el familiar. Se desliza una denuncia a la explotación infantil en concursos televisivos, la elevada exposición mediática de niños objeto fuente de recursos económicos para sus familiares y el uso instrumental de la sociedad que realiza de los mismos, desde los políticos y sus campañas contra el antisemitismo al entorno más inmediato que recuerda constantemente el pasado de niño prodigio a un adulto traumatizado.



Niño prodigio
Michael Kupperman
Blackie Books. 2018
218 pág.
978-84-17552-04-6

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