Soldados de Salamina

Fue en el verano de 1994, hace ahora más de seis años, cuando oí hablar por primera vez del fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas. Tres cosas acababan de ocurrirme por entonces: la primera es que mi padre había muerto; la segunda es que mi mujer me había abandonado; la tercera es que yo había abandonado mi carrera de escritor. Miento. La verdad es que, de esas tres cosas, las dos primera son exactas, exactísimas; no así la tercera.

Un joven periodista queda seducido por la historia del fusilamiento de Rafael Sánchez Mazas, escritor, poeta y miembro fundador de la Falange, quien sobrevive a un fusilamiento colectivo perdonado por un miliciano anónimo. Nos encontramos ante un hecho histórico reconstruido a través de la ficción que nos muestra un proceso de documentación a través de entrevistas y visitas al archivo, mientras reivindica las profundas heridas de una guerra fratricida que asoló España.
  
A medida que transcurre el tiempo y aumentan la sangría y la desesperanza del a guerra, la situación en las embajadas que acogen fugitivos del Madrid republicano se vuelve cada vez más precaria, y el temor a los asaltos arrecia, de forma que todo aquel que tiene a su alcance una posibilidad sensata de fuga prefiere correr el riesgo de la aventura en busca de un refugio seguro antes que prolongar la incertidumbre angustiosas del encierro y la espera.

Soldados de Salamina, juego de ficción y realidad fue recibido con gran éxito tanto de crítica como de público. Ampliamente leído, recomendado y apreciado acusa el paso del tiempo envejeciendo tristemente tras la obsesión colectiva temática guerra civilista. La ensalzada primera voz que confiesa su proceso de creación queda reducida a una tediosa y excesivamente extensa autojustificación nada novedosa envuelta en tópicos simplones personificados en la figura de Conchi. El relato histórico biográfico de Sánchez Mazas alcanza un trabajo literario logrado aunque repetitivo en la escena del fusilamiento que propone como metáfora de nuestro presente.

La crítica puede incluirlo en la lista de las mejores novelas en un país que sigue mirando hacia el pasado reciente para olvidarse del fracaso de su presente, pero ajenos a esta cortina de humo nos queda un texto interesante y correcto.



Soldados de Salamina
Javier Cercas
Tusquets. 2001
209 pág.
ISBN 84-8310-161-0

Comentarios