En el piso de abajo. Margaret Powell

"Nací en Hove en 1907. Yo era la segunda de siete hermanos. Lo primero que recuerdo es que había niños que parecían andar mejor de dinero de lo que andábamos en mi familia. No obstante, nuestros padres se preocupaban muchísimo por nosotros. Hay algo que recuerdo especialmente, y es que todos los domingos por la mañana mi padre nos traía una revista de historietas y una bolsa de golosinas. Las revistas de historietas valían medio penique cuando eran en blanco y negro, y un penique cuando estaban coloreadas. Cuando lo recuerdo ahora, me pregunto cómo se las arreglaría para comprarlas cuando estaba sin trabajo y en casa no entraba nada de dinero."

Margaret Powell era feliz cuando iba a la escuela y cuando le concedieron una beca para continuar sus estudios a los que tuvo que renunciar puesto que la beca no cubría todos los gastos y su familia no podía afrontarlos. Como primogénita de la familia se encargaba de preparar el desayuno para sus hermanos y sustituir a su madre cuando esta trabajaba, sin embargo siempre lo consideró parte de las labores de la familia. Con catorce años comenzó a trabajar como asistenta de cocina en distintas casas. Tras trabajar en el servicio doméstico y formar su familia enfrentándose a carestías, guerra y la desigualdad, de mayor continuó con sus estudios y escribió Bellow stairs, Memorias de una cocinera inglesa de los años 20.

Recuperada ante la avalancha de alabanzas por creadores, autores y marketing de Arriba y abajo y Downton Abbey quienes revisitaron la vida en grandes casas y las relaciones entre pisos a través de un prisma embellecedor, ponemos los pies en la tierra con su lectura. Nos encontramos con un libro sincero, humilde y pleno de confesiones de una mujer que consagró su vida al trabajo duro y a la lucha por encontrar un trabajo mejor, por sacar a su familia adelante y por dar un futuro a sus hijos. Consciente de sus errores, reconociéndolos pasado el tiempo y con sencillez, rinde un homenaje a todas aquellas personas que basándose en el esfuerzo diario luchan por la igualdad, por la libertad y por el desarrollo personal en su vida.

"Recuerdo que una vez le pregunté si podía llevarme prestado un libro de su biblioteca, para leerlo, y en su cara se reflejó una gran sorpresa. Me dijo, «Sí, por supuesto, claro que puedes, Margaret. Pero no sabía que leyeras». Sabían que respirabas, que dormías y que trabajabas, pero no sabían que leías. Algo así escapaba a su entendimiento. pensaban que en tu tiempo libre te ponías a mirar las musarañas, o que hojeabas revistas como Peg's paper o Crimson Circle. Casi podías imaginártelos contándoselo a sus amigos: «Margaret es una buena cocinera pero, por desgracia, lee, y encima, libros»."

Han pasado cien años desde que Margaret comenzó a trabajar en el servicio doméstico, muchas cosas han cambiado, otras no. Sigue siendo un trabajo duro, mal pagado, expuesto al despido, ajeno a las coberturas básicas de enfermedad, maternidad, vacaciones... Desempeñado mayoritariamente por mujeres. Mano de obra barata extraída de la pobreza, ya sea del campo, de la ciudad o de otros países. Y sí, son personas, que quieren encontrar un trabajo mejor, formar familias, desarrollarse... y sí, leen y desearían formarse e ir a la universidad y tener un mejor empleo. Y no, no son chachas, ni kellys, ni limpias, sino personas como Margaret que luchan por la igualdad... cien años después.

Margaret no nos ofrece un ejercicio literario de perfección sintáctica ni metafórica, sino un mensaje directo y sincero que comparte con plena humildad. La próxima vez que visite la definición de literatura como Arte que emplea como medio de expresión una lengua, me acordaré de Margaret e incluiré una más: Necesidad de expresar a través de la lengua la vida.



En el piso de abajo, memorias de una cocinera inglesa de los años 20
Margaret Powell
Alba. 2013
216 pág.
ISBN  978-84-84288381

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