En la boca del lobo. Michael Morpurgo, Barroux

Hoy me han dado una fiesta de cumpleaños muy alegre. Ha venido todo el pueblo.
He cumplido noventa años. A estas alturas, camino ya un poco encorvado y tengo las rodillas y las caderas quizá más oxidadas de lo que debería, pero puedo ir andando hasta el pueblo, aún disfruto de una buena comida y una copa de un buen vino tinto, y esta noche ha habido mucho de ambos.

Michael Morpurgo recupera de la memoria familiar la vida de sus tios Francis y Peter, muy unidos y a la vez distanciados por una decisión vital: que hacer cuando tu país está en guerra. Francis mantiene su firmeza contra la violencia y desde opción pacifista participa en el esfuerzo de guerra trabajando en una granja que alimente el país. Pieter aparca su carrera de actor y se alista en las Fuerzas Aéreas. Cuando se despiden en la estación de tren son conscientes de que se enfrentan a una separación demasiado larga. Es tiempo de reencontrarse, y es el momento en el que uno de sus sobrinos con la ayuda de las simbólicas ilustraciones de Barroux recuerde esta bella historia familiar.

Las tres de la mañana. Esa campana de la iglesia no tañe, sino que da golpes metálicos y sordos. Poco después de que nos mudáramos a vivir al pueblo, hace quince años, le dije al cura que debían repararla, y él me contó por qué tenía que quedarse como estaba, que la iglesia sufrió daños durante la guerra cuando el obús de un tanque alcanzó la torre, y la campana cayó al suelo. No tenian dinero para arreglarla, solo para reconstruir la torre y volver a colocar la campana, rajada como estaba. 
Aquella campana debía servirnos a todos de recordatorio, me dijo, de que la vida sigue, de lo agradecidos que debíamos sentirnos por disfrutar de la paz. Recién llegado al pueblo como estaba por entonces, no le llevé la contraria, es más, coincidí con él.  Aunque  hay veces que, en plena noche, como ahora mismo, no necesito que me recuerden nada la verdad.

Todos deberiamos coger en nuestra vida lápiz y papel, teclado y gestor de textos para enfrentarnos a nuestro presente. Narrar en forma de diario nuestra vida recordando momentos del pasado, y diseñando un futuro que asentamos sobre las palabras en las que consignamos nuestro presente. Y en un momento determinado nos asaltaría el deseo, la urgencia, la necesidad de recorrer nuestro pasado personal, familiar e incluso el de nuestra ciudad, nuestro país.
Sin estar dotados para la literatura, aún escasamente conociendo las normas de la gramática o de la ortografía, sin escribir para ser leídos sino para escucharnos a nosotros mismos deberíamos recordarnos que vivimos.

Michael Morpurgo, prolífico autor de libros juveniles, nos muestra esta vez la vida de sus tios, reflexiona en torno al pasado y sus ilusiones para comprobar como es nuestro presente. A través de memorias familiares reconstruye una bella historia de amistad, amor y vida que nos recuerda la importancia de estar junto a las personas que queremos en todo momento.

En su ayuda acude Barroux quien despliega magistralmente su capacidad de ilustrador para dar vida y luz a una historia familiar ocurrida en un momento excepcional de la historia.




En la boca del lobo
Michael Morpurgo, Barroux
Siruela. 2019
162 pág.
ISBN  978-84-17996-06-2

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