El baile de Sceaux. Honoré de Balzac

El conde de Fontaine, jefe de una de las familias más antiguas del Poitou, había servido la causa de los Borbones con inteligencia y valor durante la guerra que la Vendée hizo a la República. Después de haber escapado a todos los peligros que amenazaron a los jefes realistas durante esta tempestuosa época de la historia contemporánea, decía alegremente:
—¡Yo soy uno de esos que se hicieron matar en las gradas del trono!
Esta broma no dejaba de encerrar algo de verdad en un hombre que había sido abandonado entre los muertos en la sangrienta jornada de los Cuatro Caminos.

Segunda entrega de la monumental Comedia Humana, El baile de Sceaux se enmarca dentro de las escenas de la vida privada y nos acerca a la vida de la familia Fontaine. Como si se tratase de una fábula con moraleja incluida siguiendo la línea de la anterior novela La casa del gato que juega a la pelota, un padre como jefe de familia se entrega a la labor de concertar buenos matrimonios para sus hijas. En este caso Emile, la más joven de la familia ha sido mimada hasta el exceso desarrollando una personalidad caprichosa y despectiva hacia todo pretendiente en los que encuentra mil defectos habidos y por haber. Durante un baile en un descanso veraniego conocerá a un elegante y cortés joven. Enamorada, sin llegar a conocer exactamente la procedencia del joven, lo considera noble y admirable. El conde de Fontaine acepta los planes de boda de su hija que se verán frustrados cuando la joven al verlo trabajando en una tienda como comerciante procederá a su desprecio y burla. La fábula concluye con el león cazado en un matrimonio infeliz  y el ratón se convierte en par de Francia.

Desde hoy te entrego al arbitrio de tu suerte, y me siento a la vez feliz y desventurado al verme exonerado de la más pesada de las obligaciones paternales. Ignoro si aún escucharás durante algún tiempo una voz que, por desgracia, nunca ha sido severa; pero ten presente que la felicidad conyugal no se basa tanto en las brillantes cualidades y en la fortuna como en la estima y aprecio recíprocos. Esta felicidad es, de suyo, modesta y sin esplendor.

En este breve relato asistimos magistralmente al desarrollo de dos planos que se entrelazan en una lectura ágil. El conde Fontaine desciende en la pirámide social y económica durante la época napoleónica debido a su fidelidad monárquica que verá resarcida con la llegada de Luis XVIII al trono. Las numerosas concesiones tanto económicas como políticas alcanzan a sus hijos quienes acceden a puestos de altas rentas y matrimonios concertados ventajosos económicamente. Es una Francia monárquica de corrupción e influencias amorales en el que asistimos a un segundo plano familiar dominado por una joven soberbia y su enamorado símbolo de la modestia y la entrega a la familia.


La Comedia Humana. El baile de Sceaux
Honoré de Balzac
Lorenzana. 1966
63 pág.

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