El sillón maldito. Gaston Leroux

—¡Menudo trago va a pasar!
—Desde luego, pero dicen que es un hombre que no se asusta de nada…
—¿Tiene hijos?
—No, ¡y es viudo!
—¡Tanto mejor!
—Bueno, en cualquier caso hay que confiar en que no morirá… ¡Pero apresurémonos!
Al oír esos fúnebres propósitos, Gaspard Lalouette —un hombre honrado, marchante de cuadros y de antigüedades establecido desde hace diez años en la calle Lafitte, y que ese día se paseaba por el quai Voltaire, examinando los escaparates de los vendedores de grabados antiguos y de chamarilería— alzó la cabeza…


El Monseñor de Abbeville, miembro de la Real Academia Francesa, ha fallecido dejando vacante un sillón de la inmortal institución. Se inicia un proceso destinado a elegir a su sucesor que deberá pronunciar un discurso de elogio para tomar posesión de la vacante. Tras el escrutinio de las distintas candidaturas, desechada la del mago Eliphas de Saint-Elme de Taillebourg de La Nox, se elige entre los tres finalistas a Maxime d’Aulnay, un valiente capitán de navío, viudo y sin hijos, que comienza la lectura del discurso de aceptación cuando.... fallece. Hippolyte Patard,  secretario perpetuo de la institución, fiel y dedicado no puede consentir una vacante en tan noble proyecto por lo que prepara una nueva designación. Nos encontramos ante el nuevo candidato que va a leer su discurso de la academia cuando en presencia de un numeroso público ...  fallece. Ni el más optimista cree en las casualidades, la prensa exacerba los ánimos y el miedo invade la ciudad. La academia ha sido deshonrada y su leal secretario pasa de la sorpresa al miedo.
¿Habrá algún valiente que se atreva a presentar su candidatura? ¿Será digno de tan alta institución?

¡Los treinta y nueve! No había remedio; ahora se decía los treinta y nueve.
¡Ya sólo había treinta y nueve académicos!
Y nadie se presentaba para ser el cuadragésimo.
Desde los últimos acontecimientos habían transcurrido varios meses, durante los cuales no se había presentado ninguna candidatura para el Sillón Maldito. La Academia estaba deshonrada…


Gaston Leroux escribió en 1910 esta obra de misterio muy al gusto de su exitoso fantasma de la ópera en el que asistimos a una serie de muertes que sorprenden y atemorizan a la ciudad de París. Las sombras envuelven un relato que combina sabiamente lo tétrico con el humor manteniendo la intriga en una lectura que atrapa al lector desde el primer capítulo. A lo largo de la lectura he ido encontrando migas que me llevaban por una segunda lectura crítica e irónica sobre la prensa sensacionalista, los sabios analfabetos y las aspiraciones sociales que bocetan un divertido retrato del París culto.




El sillón maldito
Gaston Leroux
El Olivo Azul. 2009
184 pág.
ISBN  978-84-92698011

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