La bolsa. Honoré de Balzac

Existe para las almas soñadoras una hora deliciosa, aquella en que todavía no es de noche y, sin embargo, ya no es de día; la luz crepuscular proyecta entonces sus suaves matices o sus reflejos sorprendentes sobre los objetos, y al dar rienda suelta a la fantasía, favorece unos sueños que se adaptan vagamente a los juegos de la luz y de la sombra. El silencio que entonces reina hace gratos esos instantes a los artistas, que se recogen en sí mismos y se alejan unos pasos para contemplar unas obras en las que ya no pueden trabajar y para embriagarse con el tema, cuyo íntimo sentido aparece de pronto en todo su fulgor ante los ojos interiores del genio. Quien no haya permanecido pensativo junto a un amigo durante ese momento de poéticos sueños, difícilmente comprenderá sus inefables beneficios.

En esta cuarta entrega de la monumental Comedia Humana, según el orden que el autor diseñó, se planteó abordar un relato breve dedicado al inicio del enamoramiento y sus dudas. Hipólito Schinner, es un exitoso pintor reconocido en los salones nacionales, que cae de una escalera mientras pintaba en su estudio. Sus vecinas, madre e hija, acuden a auxiliarlo al oir el ruido. Hipólito agradecido tras recuperarse realiza una visita de cortesía en el que descubre la digna pobreza en la que viven. Se ofrece para realizar una copia de un retrato que figura en la pared como muestra de agradecimiento por la ayuda recibida. Comienza así una serie de visitas a las damas atraído por la belleza de la joven en las que presencia la visita rutinaria de unos caballeros que acuden a jugar al piquet todas las noches, sin embargo la duda y la sospecha se instala al observar como pierden todas las noches 40 francos que pagan escrupulosamente.


En el centro de la pieza descubrió Hipólito una mesa de juego, sobre la cual había naipes nuevos. Para un observador había algo desolador en el espectáculo de aquella miseria llena de adornos y de afeites, como una mujer vieja que quiere hacer mentir su semblante. Ante aquel conjunto un hombre de sentido práctico se habría planteado secretamente, y al momento, esta especie de dilema: o estas dos mujeres son la honradez personificada, o viven de intrigas y del juego. Pero al ver a Adelaida, un joven tan puro como Schinner debía creer en la inocencia más perfecta y atribuir las incoherencias de aquel mobiliario a las causas más honorables.

La bolsa es un relato plácido en el que se equilibra la descripción, en esta ocasión de la casa de la dama y sus visitantes, y la narración centrada en la duda. Es una escena íntima en la que analiza el inicio del amor entre los jóvenes y la presencia continua de las convenciones sociales y sus condicionamientos económicos. Esta sencillez narrativa de sentimientos profundos pero moderados presenta un amplio espectro de sentimientos: amor, celos, dudas, temores.. en pinceladas deslavazadas que componen un retrato íntimo del enamoramiento.



La Comedia Humana. La bolsa
Honoré de Balzac
Lorenzana.1966
28 pág

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