El tesoro de Franchard. Robert Louis Stevenson

Aún no habían dado las seis y ya se había mandado en busca del médico de Bourron. Minutos antes de las ocho, algunos aldeanos se acercaron a preguntar por la función y se les explicó lo que había sucedido. Los aldeanos se alejaron molestos, como si el payaso, cayendo enfermo, cual las demás personas de carne y hueso, se hubiese tomado una libertad que no era propia. A las diez, la señora Tentaillon se alarmó seriamente y envió calle abajo a un mensajero en busca del doctor Desprez.

El doctor Desprez, retirado en un pequeño pueblo, asiste en sus últimas horas a un cómico ambulante. Al fallecer, su pupilo Jean-Marie queda desprotegido por lo que decide acogerlo en su casa primero como mozo de cuadras, después como hijo adoptivo. El doctor es un pensador filosófico lleno de ideas que prepara un plan pedagógico mientras su esposa ofrece al niño un hogar lleno de cariño y dulzura. Es un retiro monótono alejado del París de las fiestas, la ópera y las partidas de cartas en el que forman los tres una familia feliz hasta que durante una excursión a Franchard el hallazgo de un tesoro trastoca el destino monótono al que parecían destinados.

El acomodo del adoptado mozo de cuadra fue realizado felizmente, y las ruedas de la vida continuaron girando con tranquilidad en casa del doctor.

Aunque ya el título presupone la existencia de un tesoro, nos encontramos lejos de las novelas de piratas y misterio con las que asociamos al autor. El tesoro de Franchard es un relato breve y original cuyo fuerte reside en la caracterización del doctor a través de su comportamiento insólito y sus reflexiones filosóficas. El relato es el reflejo de la vida del protagonista, monótono y rutinario que desemboca en un insípido final moralizante.




El tesoro de Franchard
Robert Louis Stevenson
Littera. 2003
125 pág.
ISBN 9788495845172

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