La isla del tesoro. Robert Louis Stevenson

Imposible me ha sido rehusarme a las repetidas instancias que el caballero Trelawney, el doctor Livesey y otros muchos señores me han hecho para que escribiese la historia circunstanciada y completa de la isla del tesoro. Voy, pues, a poner manos a la obra contándolo todo, desde la «alfa»hasta la «omega», sin dejarme cosa alguna en el tintero, exceptuando la determinación geográfica de la isla, y esto tan solamente porque tengo por seguro que en ella existe todavía un tesoro no descubierto. Tomo la pluma en el año de gracia de 17xx y retrocedo hasta la época en que mi padre tenía aún la posada del Almirante Benbow,y hasta el día en que por primera vez llegó a alojarse en ella aquel viejo marino de tez bronceada y curtida por los elementos, con su grande y visible cicatriz.

17xx, Jim Hawkins trabaja en la posada de sus padres situada en la costa inglesa de Bristol. Una noche llega un marinero que se aloja atemorizando a los parroquianos con sus cantos, borracheras y gritos. Así se inicia una aventura que llevará al joven Jim a embarcarse en la goleta la Hispaniola en busca de un tesoro junto a una tripulación dirigida por el capitán Smollet y liderada por un cocinero cojo, John Silver. Han partido a la búsqueda del tesoro del capitán Flint acumulado a lo largo de sus años de filibustero.

--¿Qué es eso, John?--díjole el doctor--. ¡Me figuro que no tiene miedo!
--Doctor--replicó él--. Yo no tengo de cobarde ni tanto así. Si lo fuera no lo confesaría. Pero es el caso que creo ya sentir los horrendos estremecimientos del patíbulo.

La isla del tesoro se publicó por primera vez entre 1881 y 1882 serializada en una revista infantil, Young Folks. Al año siguiente se publicó como libro y aunque su publicación seriada no supuso un incremento de ventas de la revista si lo fue posteriormente considerada por los lectores como una de las mejores novelas de aventuras y piratas. Stevenson concibió la obra durante una aislada estancia en una localidad próxima a Balmoral en Escocia, en unos días de tiempo lluvioso y desapacible que recluía a la familia: su esposa e hijastro a quienes leía los capítulos.
John Silver ha sido consagrado por el cine como el prototipo de pirata, tan pronto servil cocinero como traidor mentiroso, arrastrando una muleta para compensar su pierna perdida y acompañado por un loro mientras canta canciones de muertes y tesoros junto a una botella de ron. 

La novela de aventuras en formato folletín publicado en revistas serializado ha sido considerado tradicionalmente de segunda categoría. Su valoración contenía un aspecto peyorativo que lo alejaba de la gran literatura, de los clásicos. Sin embargo, el tiempo mantiene su lectura, la devoción de los lectores y con su presencia nos recuerda que la literatura requiere de la lectura y si más de un siglo después su lectura y adaptaciones tanto cinematográficas como televisivas son continuas, tal vez haya que redefinir las categorías literarias y eliminar jerarquias.





La isla del tesoro
Robert Louis Stevenson
Salvat. 2020
292 pág.
ISBN 9788447148578

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