Lazarillo de Tormes. Anónimo

Yo por bien tengo que cosas tan señaladas, y por ventura nunca oídas ni vistas, vengan a noticia de muchos y no se entierren en la sepultura del olvido, pues podría ser que alguno que las lea halle algo que le agrade, y a los que no ahondaren tanto los deleite. Y a este propósito dice Plinio que «no hay libro, por malo que sea, que no tenga alguna cosa buena»; mayormente que los gustos no son todos unos, mas lo que uno no come, otor se pierde por ello, y así vemos cosas tenidas en poco de algunos que de otros no lo son.
Y eso para que ninguna cosa se debería romper ni echar a sal, si muy detestable no fuese, sino que a todos se comunicase, mayormente sindo sin perjuicio y pudiendo sacar della algún fructo.

Como nos recuerda la contracubierta: «Publicado en 1554, el Lazarillo es --con permiso del Quijote-- nuestra primera gran novela», a lo que debemos añadir nuestras primeras grandes memorias, nuestro primer gran libro de enseñanza y sabidurías así como de deleite. Todos somos lázaros en nuestra vida, pasamos de la infancia a la adolescencia y de esta a la madurez, momento en el que miramos hacia atrás y recordamos las desventuras que nuestra época nos impone.
Lázaro toma la pluma para contestar a una carta con otra, desmintiendo los rumores sobre su ceguera como esposo ante los rumores sobre su esposa como barragana del arcipreste. Con esta intención recogiendo el modelo del Asno de oro, mozo de múltiples amos y único oficio de picardia, nos ofrece una mirada panorámica de una sociedad cuyo auge del capitalismo enriquece la pobreza física y moral.

Como la necesidad sea tan gran maestra, viéndome con tanta siempre, noche y día estaba pensando la manera que tendría en sustentar el vivir. Y pienso, para hallar estos negros remedios, que me era luz la hambre, pues dicen que el ingenio con ella se avisa, y al contrario con la hartura, y así era por cierto en mí.

El Lazarillo, precursora de la novela realista, es un relato de múltiples lecturas y relecturas que nos sugiere una nueva mirada a la sociedad, al ser humano en su vida cotidiana que pese a la evolución del tiempo sigue en el punto de inicio. Del gran éxito en su época tenemos testigo en las múltiples ediciones y segundas partes que llegan hasta nuestros días con Cela. Del éxito imperecedero es testigo el lector de todas las épocas que lee y relee la obra convirtiéndola en clásico.

Del éxito de esta edición da fe la imposición del curriculum escolar y el intento de hacer accesible la obra con una guía de trabajo sometida al modelo social actual. Éxito comercial que relega al olvido la ediciones clásicas como la de Cátedra a cargo de Francisco Rico, condenadas por ser farragosas y complicadas en la senda de analfabetismo que se cultiva en las escuelas actuales.




Lazarillo de Tormes
Anónimo

Lo que leo. 2019
125 pág.
ISBN 9788491221722

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