La conspiración de Ashworth Hall. Anne Perry

Pitt contempló el cuerpo del hombre que yacía sobre los adoquines del callejón. Era un gris atardecer de octubre. En Oxford Street, a sólo unos pasos de allí, circulaban apresuradamente los carruajes y cabriolés, oyéndose el silbido de las ruedas en la calle mojada y el chacoloteo de los cascos de los caballos. Las farolas estaban ya encendidas, lunas pálidas en la creciente oscuridad.
El agente enfocó el rostro del cadáver con su linterna.
—Es uno de los nuestros, señor —dijo con la voz tensa a causa de la ira—. O al menos lo era. Lo conocía. Por eso he mandado a buscarlo a usted personalmente, señor Pitt. Ahora estaba metido en algo un tanto especial. No sé exactamente de qué se trataba. Pero era un buen hombre, Denbigh; lo era. Se lo aseguro.

Thomas Pitt acompañado de su esposa Charlotte acuden a casa de su cuñada a un reunión en misión oficial. Aparentemente es una reunión festiva convocada en una casa señorial campestre sin embargo el objetivo es establecer conversaciones entre políticos irlandeses sobre la independencia de Irlanda. Ainsley Greville asiste como moderador de la reunión en su papel de alto funcionario del gobierno británico cuando es asesinado. Charlotte apoya a su hermana como anfitriona mientras participa en el éxito de las conversaciones y su marido descubre al asesino.

El ruido se desvaneció. Pitt permaneció inmóvil por unos segundos, demasiado aturdido para darse cuenta de qué ocurría. De pronto tomó conciencia. ¡Una bomba! Alguien había hecho estallar una carga de dinamita dentro de la casa. Se dio media vuelta y se abalanzó hacia la puerta.

Desde el éxito de Upstairs, Downstairs, y su revival Downton Abbey las casas campestres señoriales y los enredos entre escaleras principales y de servicio están de moda. Era inevitable que en una saga tan extensa de novela policíaca victoriana no acabase apareciendo la casa campestre en esta ocasión combinando la trama con los fenianos y el conflicto irlandés. He seguido con interés la prolífica serie desde hace tiempo, sin embargo tras Un misterio en Toledo que terminé con un gran esfuerzo decayó mi interés. La sinopsis de La conspiración de Ashworth Hall parecía ofrecer el buen hacer de escenas victorianas construidas sobre la base de un buen fondo histórico documentado y de interés. Sin embargo, tal vez sea la rutina de la serie o la inevitable comparación con la literatura de sagas familiares de la campiña inglesa, el caso es que no he podido concluir la lectura con interés.



La conspiración de Ashworth Hall
Anne Perry
Debolsillo. 2016
474 pág.
ISBN 9788497593236

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