Tea Rooms. Luisa Carnés

Siendo los prontos reembolsos el alma del comercio, confío en que usted
encontrará un medio de remitirme el producto neto de esta operación en letras sobre Londres o París...

Ring, ring, ring...
El hombre gordo y calvo alarga la mano hacia el receptor telefónico.
—Sí. Al habla Hijos de Gray.
Mientras habla da vueltas entre los dientes a un ancho puro medio apagado. A las comisuras le asoma una saliva oscura.
Con una tímida mirada oblicua, Matilde trata de abarcar cuanto la rodea. Está en una habitación amplia, pintada de claro, recubierta de armarios antiguos repletos de libros de contabilidad y de modernos ficheros americanos. Un almanaque, propaganda de una famosa marca de tractores agrícolas con la fecha del día, un negro 13. Un negro 13. Pero Matilde no es supersticiosa.

Luisa Carnés desarrolla su talento narrativo en este relato basado en su experiencia personal como empleada en una pastelería. De forma sutil cartografía una sociedad sumida en una miseria económica y moral, para ello recurre al microcosmos de una pastelería marcada por una frontera infranqueable: el mostrador. 

—Es lo que yo digo a mis amigas, cuando me hablan de las exigencias de los
trabajadores y de las huelgas: «Si nosotras estuviéramos en su pellejo, haríamos lo mismo». ¿Cómo voy a pensar yo, que me levanto casi al mediodía y me encuentro todo hecho y el desayuno en la mesa, como, por ejemplo, una de ustedes, que están todo el día al pie del cañón?
—Naturalmente, señora.
Pero se da también la clienta de oposición:
—Estuvieron ustedes en huelga el otro día, ¿no?
—Sí, señora.
—¡Yo no sé! Cada día están peor los obreros. Yo no he conocido nunca tantas
huelgas. Y antes sí que estaban mal los trabajadores: tantas horas de trabajo y unos jornales tan pequeños. Pero ahora no se pueden quejar. Ahora están como quieren. Ellos son los que ponen peor las cosas, con tantas exigencias.

—Tiene usted razón, señora.
Laurita es la dependienta ideal.

Luisa Carnés nació en el Madrid de 1905 en el seno de una familia humilde. Entró en el mundo laboral a los once años como aprendiza abandonado la formación escolar pero no la autodidacta a través de numerosas lecturas que la llevaron a coger la pluma. La Guerra Civil y su compromiso con la República provocan un exilio a través de Francia hasta México donde fallecerá en un accidente de tráfico. Al rescatar su obra del olvido, recuperamos las voces de las mujeres de una generación, sus problemas, sus vidas y nos preguntamos como se preguntó la autora, ¿por qué las mujeres se odian entre sí tan terriblemente?.
 


Tea Rooms
Luisa Carnés
Malpaso. 2017
528 pág.
ISBN 9788416665303

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