El verano sin hombres. Siri Hustvedt

Poco tiempo después de que él dijera la palabra pausa me volví loca y tuvieron que ingresarme. No dijo no quiero volver a verte más ni se acabó, pero después de treinta años de matrimonio sólo me bastó escuchar pausa para convertirme en una lunática cuyos pensamientos explotaban, rebotaban y chocaban entre sí como palomitas de maíz saltando dentro de su bolsa en el microondas. Hice esta penosa reflexión mientras yacía en mi cama del pabellón sur del hospital, tan saturada de Haldol que era incapaz de moverme. Las odiosas y monótonas voces que escuchaba se habían atenuado, pero no habían desaparecido del todo, y cuando cerraba los ojos veía personajes de dibujos animados corriendo por colinas rosadas para luego desaparecer entre bosques azules. Al final, el doctor P. me diagnosticó un trastorno psicótico transitorio, conocido también como psicosis reactiva transitoria, lo que viene a significar que realmente estás loca aunque no por mucho tiempo. Si el trastorno dura más de un mes es necesario buscarle otra etiqueta. Por lo visto suele existir un detonante que dispara ese tipo de psicosis o, como se dice en la jerga psiquiátrica, un «factor estresante»

Este es mi primer contacto con la escritora Premio Princesa de Asturias, con esa presentación las expectativas son altas. Una mujer enfrentándose al abandono por parte de su marido con crisis nerviosa y traslado a la ciudad de infancia incluido, no es el tipo de relato que me llama la atención. Sin embargo, las recientes alharacas en los medios hacen que sea imprescindible acercarse a la obra de esta escritora. No puedo decir si es la mejor lectura para iniciarse en su obra, casi seguro que no, pues convence pero no vence. Pero, no es algo que deba ser óbice para continuar explorando su obra porque desde luego la base de una gran erudición y reflexión personal a través del análisis de sus personajes está ahí. Este no es su único punto fuerte, esta potencia de análsiis psicológico se traslada a los temas y situaciones elegidos que no se frenan por tabús, en pocas novelas se citará o hablará libremente de la menstruación o de la sexualidad femenina sin caer en lo chabacano y manido del tema, incluso en obras de escritoras.

Y es que El verano sin hombres, convence por muchas razones. De la simplicidad de un microcosmos femenino de todas las edades y casi todas las condiciones nace una cosmología de nuestras sociedades analizada a través de múltiples referencias culturales. Tal vez el peso anglosajón de estas pueda alejar al lector alejado de las mismas y necesite explorar más de una referencia e incluso una relectura. A su favor cuenta con una traducción lograda que en mi afán de apostilladora llenaría de notas al pie de página.

En definitiva, primera incursión en la obra de una escritora imprescindible en el panorama de las letras anglosajonas, que no será la última. 





El verano sin hombres
Siri Hustvedt
Seix Barral. 2020
224 pág.
ISBN 9788432236952

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